Tradicionalmente toda emoción desagradable (rabia, tristeza…) ha sido vista como algo malo/negativo, algo a evitar a toda costa, y que siempre tenemos que estar felices, pero eso no es así. Las emociones tienen funciones adaptativas (aumentan nuestra probabilidad de supervivencia y garantizan nuestro bienestar). Es necesario que aprendamos a identificarlas y escucharlas en cada momento. Es clave reconciliarse con nuestras emociones y así nos daremos cuenta de la capacidad que tenemos para regularlas.
Desde Psicogetxo os venimos a hablar de las principales funciones adaptativas de las emociones.
EL MIEDO
El miedo nos protege. Es un mecanismo de supervivencia y de defensa. Permite a la persona responder ante situaciones adversas con rapidez. Gracias a él, nuestro organismo se activa para reaccionar ante el peligro. Cuando el miedo no es proporcionado a la situación que tenemos delante, es decir, cuando se activa ante todo y en todo momento, es cuando se convierte en un problema.
Cuando nos llevamos un susto y temblamos o lloramos, el cuerpo “suelta” el miedo (descargamos esa reacción de miedo), cuando esto no ocurre, la reacción se queda bloqueada, y en situaciones parecidas se va a reactivar.
LA RABIA
Es una de las emociones que origina una gran energía que se moviliza en una persona. Nos ayuda a defendernos… ¿Cómo?... cortando malas relaciones, parar las agresiones, movilizar nuestra energía, etc.
Con frecuencia esta emoción encubre insatisfacción, dolor, expectativas no cubiertas, sentimientos de inferioridad, abandono, frustración, falta de apoyo, búsqueda de la perfección, etc.. algo que puede incluso venir desde la infancia.
Es importante identificarla para no derivar en una conducta que podamos lamentar, es necesario tomar aire y comprender mejor qué quiere decirnos este estado. Es importante saber que somos nosotros los responsables de ella.
La rabia que no dejamos salir de manera sana, se nos vuelve en nuestra contra y puede convertirse en autorreproches o rechazo hacia nosotros mismos.
LA TRISTEZA
Es una emoción que aparece ante la pérdida de personas o situaciones, si no sintiésemos esta emoción, no tenderíamos a mantenernos apegados a la gente o a las cosas, y es importante decir que los seres humanos somos por naturales animales sociales, necesitamos de los otros para sobrevivir.
Nos permite tomarnos un tiempo para nosotros, volver a coger fuerzas y conservar nuestra energía para reintegrarnos y superar la pérdida.
Cuando sentimos rabia por sentir tristeza, no la dejamos salir y se estanca dentro.
ASCO
Tiene una función de supervivencia, es decir, sentimos asco ante estímulos que pueden ser peligrosos para nosotros y que pueden comprometer nuestra salud como apuntábamos antes, comidas podridas que pueden hacer que enfermemos, la falta de higiene que nos indica que podemos contagiarnos con diferentes gérmenes,olores fuertes que nos indican que algo puede estar en mal estado, fluidos corporales ya que pueden representar vehículos de contagio de enfermedades, algunos animales, como las ratas, ya que nos pueden transmitir enfermedades.
Si sientes que estas emociones a veces te desbordan o aparecen de manera desproporcionada a la situación que estás viviendo, no dudes en pedir ayudar para saber de dónde vienen y aprender a regularlas. Desde Psicogetxo te ayudamos. Pide más información en www.psicogetxo.com o llámanos al 747 422 978.
Creo haber sentido todas esas emociones en algún momento de mi vida, es fundamental saber enfocarlas correctamente y si no se consigue pedir
Borja de Uriarte.
Estas reflexiones sobre las emociones digamos negativas me ha hecho reflexionar; realmente, nunca me había detenido a pensar que son una defensa de nosotros mismos ante situaciones peligrosas o desagradables .
Gracias Rocio por compatir estas reflexiones. Me parece súper útil relacionarme con mis sentimientos escuchando que me esta pasando y no solo intentando evitarlas !